La noche del 10 al 11 de enero del año 49 A.C. Cayo Julio César cruzó el Rubicón, el río que señalaba el límite entre su provincia de la Galia Cisalpina y Italia propiamente dicha, con ello comenzó la más larga, dura y decisiva guerra civil de la República de Roma.
Tras su victoria Sila se hizo nombrar dictador y una de sus primeras medidas fue proscribir a sus rivales políticos. Esto afectó a César pues su esposa, de nombre aunque todavía no de hecho, Cornelia, era hija de Lucio Cornelio Cinna, que fue rival de Sila. Debido a la proscripción de su padre Cornelia perdió la condición de ciudadana romana pues todavía era menor de edad. Sila ordeno a César que se divorciara de Cornelia a lo cual se negó, en parte por afecto a Cornelia, y en parte por que era el modo de deshacerse de una pesada carga, su condición de "flamen dialis", el sacerdote especial de Júpiter, lo cual le impedía cualquier posibilidad de una carrera política y militar. César tuvo que huir y a punto estuvo de perder la vida, los ruegos de varios de los allegados a Sila consiguieron que este perdonara al joven rebelde (todavía no había cumplido veinte años) y además anulara su condición de sacerdote de Júpiter pues el cargo era dual, el sacerdote tenía que estar casado con una ciudadana romana que además fuera patricia, lo cual ya no era Cornelia, la esposa de César.
Sila envió a César al asedio de Mitilene, en la provincia romana de Asia, con el rango de tribuno militar y a las ordenes de uno de sus lugartenientes, Lucio Licinio Lúculo. Allí pronto se distinguió por su gran inteligencia, capacidad de trabajo y valor, logrando la segunda condecoración militar romana más importante, la corona cívica. El tener esa condición de héroe de guerra le permitió entrar en el senado con solo veinte años de edad.
Sin embargo no todo fue positivo en la estancia de César en Asia, corrió el rumor de que para conseguir una flota con la que bloquear el puerto de Mitilene había tenido relaciones sexuales con Nicomedes, el rey de Bitinia. En aquellos tiempos la homosexualidad estaba muy mal vista en Roma pero es muy improbable que César hiciera algo que pudiera acabar con su incipiente carrera. Su respuesta a esa calumnia fue típica de el, se convirtió en el mayor mujeriego de Roma, además las seducidas eran generalmente las esposas de sus rivales políticos, con eso conseguía dos cosas, por un lado desmontar el rumor sobre su homosexualidad y por otro dejar en ridículo a sus enemigos.
En Roma empezó a labrarse una reputación de buen abogado rivalizando con Marco Tulio Cicerón. Poco más tarde, en el año 74 A.C., decidió volver a Asia para perfeccionar su retorica, pero fue capturado por unos piratas. El jefe de los piratas fijó su rescate en 20 talentos de plata, medio millón de sextercios, César se ofendió de que lo valorasen en tan poco y exigió que su rescate fuera de 50 talentos de plata, dos millones y medio de sextercios. El jefe de los piratas, a medias divertido y a medias asombrado, accedió a la petición aunque no pudo contener su hilaridad cuando César le dijo que cuando fuera liberado volvería con una flotilla, los capturaría y luego los crucificaría. César paso poco más de un mes con los piratas y cuando fue liberado inmediatamente se dirigió a Rodas, consiguió una flotilla, capturó a los piratas y los hizo crucificar en Pergamo, la capital de la provincia de Asia, evidentemente era un hombre al que había que tomar en serio.
Sin embargo, aunque Catilina marchó de Roma, todavía había partidarios suyos en la ciudad, Cicerón los desenmascaró gracias a una argucia que le permitió tener cartas de los conspiradores dirigidas a Catilina. Cicerón abogó en el senado por la ejecución de los seis conspiradores que habían sido detenidos, César se opuso a la pena de muerte y abogó por un arresto domiciliario hasta que pudieran ser juzgados como era su derecho de ciudadanos romanos. Tras su discurso pareció que la mayoría de los senadores estaban empezando a cambiar de opinión pero entonces Marco Porcio Catón, uno de los mayores enemigos de César, lanzó un violento discurso en el que le acusaba de formar parte de la conspiración. En mitad del discurso Catón pudo ver como le entregaban una nota a César, inmediatamente exigió que este la leyera en voz alta pues sospechaba que era una prueba de su traición. César no se inmutó, se acerco a Catón con la nota y le dijo que tal vez preferiría que el contenido no se hiciera público. Catón leyó la nota, en realidad era una carta de Servilia, la amante de César y medio hermana de Catón, en la que le advertía de lo que este se proponía y al mismo tiempo declaraba su amor a César. Catón enfurecido arrojo la nota en dirección a César pero no alcanzó el blanco, la recogió uno de los senadores y tras leerla la fue pasando a sus compañeros, todos los que leyeron la carta se partieron de risa interrumpiendo el discurso de Catoón. Cicerón aprovechó ese momento para pedir una moción que permitiera la ejecución de los conspiradores y la mayoría de los senadores aprobaron la moción. Los conspiradores fueron llevados al "Tullianum", la cámara de ejecuciones de Roma, en donde fueron estrangulados.
La tribu de los Helvecios, deseosos de encontrar lugares más acogedores, emigró de su tierra en la actual Suiza para adentrarse en la Galia. Cesar los derrotó en la primavera del 58 A.C. y les obligó a volver a sus tierras. En el verano de ese mismo año se enfrento al rey de los Suevos, Ariovisto y lo derrotó obligando a los pocos supervivientes a volver a Germania.
Estas dos campañas decidieron a César a conquistar toda la Galia, una medida de seguridad para impedir futuras invasiones germanas. Para ello se dirigió al Noreste de la Galia, la llamada Galia Belga. Los Belgas se opusieron a el pero consiguió derrotarlos y, tras esa victoria, atravesó el Rhin por primera vez. No contento con eso cruzó el estrecho de Dover con solo dos legiones y algunos cientos de soldados de caballería, apenas diez mil hombres, no fue una campaña afortunada. Al año siguiente, el 54 A.C. volvió a Britania con un ejercito muy superior, cinco legiones y unos cuantos miles de soldados de caballería, en total alrededor de treinta mil hombres con los cuales venció a los britanos y les impuso tributo.
Sin embargo empezaron a haber problemas en la Galia, primero fueron los belgas que con el jefe de la tribu de los Eburones, Ambiorix, aniquilaron a la XIII legión. Luego sometieron a asedio el campamento de la IX legión al mando de Quinto Tulio Ciceron, el hermano de Marco Tulio Cicerón, uno de los legados de César. Este acudió a rescatarlos con dos legiones, apenas 10000 soldados contra 50000 guerreros belgas, venció César, una gran hazaña, sin embargo las dificultades de César promovieron la gran revuelta de la Galia del año 52 A.C. encabezada por Vercingetorix, rey de los Arvernos y pronto rey de la Galia.
Veringetorix utilizó la política de la tierra quemada, una buena estrategia para privar a los romanos de sus fuentes de aprovisionamiento. Sin embargo cometió el error de enfrentarse a César en campo abierto siendo derrotado, tras la batalla Vercingetorix se refugió con unos ochenta mil guerreros en la fortaleza de Alesia, considerada inexpugnable y envió a su caballería para que fuera en busca de un gran ejercito y así atrapar a César. César, comprendió lo que se avecinaba y rodeó Alesia con dos lineas de fortificaciones, la interior destinada a bloquear a Vercingetorix y la exterior para contener el ejercito de refuerzo galo.
Julio César cruza el Río Rubicón, fotograma de la serie de televisión "Roma"
Cayo Julio César nació en Roma, el 13 del mes de quintilis, que tras su muerte sería denominado julio, del año 100 Antes de Cristo. Su familia era una de las estirpes patricias más antiguas de Roma, se ufanaban de descender de Iulo, el hijo de Eneas, el cual se decía que era hijo de la diosa Venus. Sin embargo, aunque sus orígenes eran muy distinguidos, era una familia con muy pocos recursos económicos, por lo que pocos años antes del nacimiento de César concertaron una alianza matrimonial con Cayo Mario, un plebeyo de gran riqueza, el cual se caso con Julia, la tía de César.
La alianza matrimonial permitió que los Julio César volvieran a tener posibilidades de alcanzar altos puestos en el gobierno de Roma, sin embargo también fue fuente de problemas para César pues tras la primera guerra civil entre romanos el vencedor fue Lucio Cornelio Sila, el enemigo de Cayo Mario.
La alianza matrimonial permitió que los Julio César volvieran a tener posibilidades de alcanzar altos puestos en el gobierno de Roma, sin embargo también fue fuente de problemas para César pues tras la primera guerra civil entre romanos el vencedor fue Lucio Cornelio Sila, el enemigo de Cayo Mario.
Bustos de Cayo Mario (izquierda) y Lucio Cornelio Sila (derecha)
Tras su victoria Sila se hizo nombrar dictador y una de sus primeras medidas fue proscribir a sus rivales políticos. Esto afectó a César pues su esposa, de nombre aunque todavía no de hecho, Cornelia, era hija de Lucio Cornelio Cinna, que fue rival de Sila. Debido a la proscripción de su padre Cornelia perdió la condición de ciudadana romana pues todavía era menor de edad. Sila ordeno a César que se divorciara de Cornelia a lo cual se negó, en parte por afecto a Cornelia, y en parte por que era el modo de deshacerse de una pesada carga, su condición de "flamen dialis", el sacerdote especial de Júpiter, lo cual le impedía cualquier posibilidad de una carrera política y militar. César tuvo que huir y a punto estuvo de perder la vida, los ruegos de varios de los allegados a Sila consiguieron que este perdonara al joven rebelde (todavía no había cumplido veinte años) y además anulara su condición de sacerdote de Júpiter pues el cargo era dual, el sacerdote tenía que estar casado con una ciudadana romana que además fuera patricia, lo cual ya no era Cornelia, la esposa de César.
Sila envió a César al asedio de Mitilene, en la provincia romana de Asia, con el rango de tribuno militar y a las ordenes de uno de sus lugartenientes, Lucio Licinio Lúculo. Allí pronto se distinguió por su gran inteligencia, capacidad de trabajo y valor, logrando la segunda condecoración militar romana más importante, la corona cívica. El tener esa condición de héroe de guerra le permitió entrar en el senado con solo veinte años de edad.
Aspecto actual del edificio del antiguo Senado de Roma
Sin embargo no todo fue positivo en la estancia de César en Asia, corrió el rumor de que para conseguir una flota con la que bloquear el puerto de Mitilene había tenido relaciones sexuales con Nicomedes, el rey de Bitinia. En aquellos tiempos la homosexualidad estaba muy mal vista en Roma pero es muy improbable que César hiciera algo que pudiera acabar con su incipiente carrera. Su respuesta a esa calumnia fue típica de el, se convirtió en el mayor mujeriego de Roma, además las seducidas eran generalmente las esposas de sus rivales políticos, con eso conseguía dos cosas, por un lado desmontar el rumor sobre su homosexualidad y por otro dejar en ridículo a sus enemigos.
En Roma empezó a labrarse una reputación de buen abogado rivalizando con Marco Tulio Cicerón. Poco más tarde, en el año 74 A.C., decidió volver a Asia para perfeccionar su retorica, pero fue capturado por unos piratas. El jefe de los piratas fijó su rescate en 20 talentos de plata, medio millón de sextercios, César se ofendió de que lo valorasen en tan poco y exigió que su rescate fuera de 50 talentos de plata, dos millones y medio de sextercios. El jefe de los piratas, a medias divertido y a medias asombrado, accedió a la petición aunque no pudo contener su hilaridad cuando César le dijo que cuando fuera liberado volvería con una flotilla, los capturaría y luego los crucificaría. César paso poco más de un mes con los piratas y cuando fue liberado inmediatamente se dirigió a Rodas, consiguió una flotilla, capturó a los piratas y los hizo crucificar en Pergamo, la capital de la provincia de Asia, evidentemente era un hombre al que había que tomar en serio.
Crucifixión masiva romana, fotograma de la película "Espartaco"
Todavía en Asia, enterado de que el rey Mitridates del Ponto había enviado un ejercito para invadir la provincia romana, César movilizó a la milicia local y atacó al ejercito del Ponto, más del doble de numeroso, consiguiendo una gran victoria, solo tenía veinticuatro años.
César volvió a Roma y en el año 71 A.C. fue elegido tribuno de los soldados, como tal participó en la campaña contra Espartaco que organizó Marco Licinio Craso y que se saldó con la victoria de Craso, la muerte en batalla de los esclavos rebeldes y la crucifixión de más de seis mil prisioneros. A raíz de esa campaña Craso y César se convirtieron en buenos amigos y aliados políticos.
César (a la izquierda) y Craso (a la derecha), fotograma de la película Espartaco
En el año 68 A.C. César, tras ganar las elecciones como cuestor, fue destinado a la provincia de Hispania Ulterior, las actuales Andalucía, Extremadura, suroeste de Castilla y sur de Portugal, aunque poco antes de su partida hacía Hispania murió su querida esposa Cornelia intentando dar a luz. El trabajo y mantener la mente ocupada es la mejor medicina y en Hispania Ulterior trabajó a conciencia volviendo a demostrar su extraordinaria capacidad de trabajo. Volvió a Roma al año siguiente, se casó con Pompeya Sila, la nieta del dictador, siguió escalando puestos, gano las elecciones a Edil Curul en el año 65 A.C., las elecciones a Pontífice Máximo en el 63 A.C. y a finales del 62 A.C. ganó las elecciones a Pretor. En ese mismo año se produjo un gran escándalo, durante la celebración de la "Bona Dea", una fiesta religiosa en la que solo podían participar mujeres, un hombre, Publio Clodio, se disfrazó de mujer para asistir a la ceremonia, fue descubierto, se rumoreó que Clodio era el amante de la esposa de César y este se divorció de ella aunque no reclamo su dote pues sabía que no la había sido infiel. Cuando le preguntaron la razón por la cual se divorciaba dijo "la mujer de César, al igual que toda la familia de César, debe estar por encima de toda sospecha", que pasó a la historia como "la mujer de César no solo debe ser honrada, también debe parecerlo".
Todo parecía ir viento en popa para César, era extremadamente popular por su gran inteligencia, capacidad de trabajo y, sobre todo, por su dedicación a mejorar la condiciones de vida de la mayoría del pueblo romano enfrentándose a la facción ultra conservadora del senado romano, los llamados "boni". Sin embargo estuvo cerca del desastre cuando en el 62 A.C. se produjo la conspiración de Lucio Sergio Catilina. La conspiración fue descubierta por Marco Tulio Cicerón, entonces primer cónsul de Roma el cual, en una serie de discursos, consiguió que Catilina marchara de Roma.
Cicerón revelando la conspiración de Catilina en el Senado de Roma
Sin embargo, aunque Catilina marchó de Roma, todavía había partidarios suyos en la ciudad, Cicerón los desenmascaró gracias a una argucia que le permitió tener cartas de los conspiradores dirigidas a Catilina. Cicerón abogó en el senado por la ejecución de los seis conspiradores que habían sido detenidos, César se opuso a la pena de muerte y abogó por un arresto domiciliario hasta que pudieran ser juzgados como era su derecho de ciudadanos romanos. Tras su discurso pareció que la mayoría de los senadores estaban empezando a cambiar de opinión pero entonces Marco Porcio Catón, uno de los mayores enemigos de César, lanzó un violento discurso en el que le acusaba de formar parte de la conspiración. En mitad del discurso Catón pudo ver como le entregaban una nota a César, inmediatamente exigió que este la leyera en voz alta pues sospechaba que era una prueba de su traición. César no se inmutó, se acerco a Catón con la nota y le dijo que tal vez preferiría que el contenido no se hiciera público. Catón leyó la nota, en realidad era una carta de Servilia, la amante de César y medio hermana de Catón, en la que le advertía de lo que este se proponía y al mismo tiempo declaraba su amor a César. Catón enfurecido arrojo la nota en dirección a César pero no alcanzó el blanco, la recogió uno de los senadores y tras leerla la fue pasando a sus compañeros, todos los que leyeron la carta se partieron de risa interrumpiendo el discurso de Catoón. Cicerón aprovechó ese momento para pedir una moción que permitiera la ejecución de los conspiradores y la mayoría de los senadores aprobaron la moción. Los conspiradores fueron llevados al "Tullianum", la cámara de ejecuciones de Roma, en donde fueron estrangulados.
El interior del "Tullianum" en la actualidad
Fue un gran triunfo para Cicerón, pero le costaría caro, unos años más tarde fue condenado al exilio por haber ejecutado a ciudadanos romanos sin juicio previo, lo cual era totalmente ilegal. Los conspiradores ejecutados no se habían levantado en armas contra Roma, no habían sido declarados "hostis", ni habían sido privados de su ciudadanía, seguían siendo ciudadanos romanos con derecho a un juicio.
La postura de César agradó a la mayoría del pueblo romano aunque no fue del agrado de la oligarquía senatorial. Cuando en el 61 A.C. quisieron impedir que ocupara su cargo como pretor se produjo una gran manifestación y el senado romano no tuvo más remedio que rehabilitarle. Tras su año de pretor en Roma César fue designado gobernador de la Hispania Ulterior, hizo una brillante tarea como gobernador de esa provincia, volviendo a mostrar su extraordinaria capacidad de trabajo y sus grandes dotes militares y, cuando terminó su año de gobernador, volvió a Roma en donde, a pesar de las intrigas de sus enemigos, consiguió ser elegido primer cónsul en el año 59 A.C., aunque tuvo que hacer un gran sacrificio para un romano, renunciar a su desfile triunfal por sus victorias en Hispania. Sus enemigos, la facción ultra conservadora del senado, consiguieron que fuera elegido como segundo cónsul uno de sus mayores enemigos, Marco Calpurnio Bibulo, que solo se dedicó a boicotear la labor de César. La nula participación de Bibulo en el gobierno de Roma dio pie a un buen chiste, los romanos tenían la costumbre de nombrar los años con los nombres de sus cónsules, por tanto ese año debería haber sido el "año del consulado de César y Bibulo", pero los romanos, con su sentido del humor, lo nombraron el "año del consulado de Julio y César". Para fortalecer su posición César hizo una hábil jugada política, se alió con los dos hombres más poderosos de Roma, su viejo amigo Marco Licinio Craso, el cual tenía una gran influencia entre los hombres de negocios y con Cneo Pompeyo Magno, el conquistador de Oriente, que tenía una gran popularidad entre el ejercito y la gente corriente, juntos formaron el primer triunvirato.
El primer triunvirato, de izquierda a derecha los bustos de Craso, Pompeyo y César
Con su apoyo consiguió aprobar varias leyes progresistas, entre otras un reparto de tierras a los soldados licenciados y los pobres de Roma y una ley anti corrupción que dificultaba el expolio de las provincias romanas por parte de sus gobernadores. Todas esas leyes beneficiaban a la mayoría de los ciudadanos romanos y a los no ciudadanos que vivían dentro de las fronteras del Imperio de Roma. Para fortalecer la alianza con Pompeyo, el cual no era precisamente un hombre de fiar, César le ofreció a su hija Julia en matrimonio, al mismo tiempo César contrajo matrimonio con Calpurnia, la hija de Lucio Calpurnio Pisón, que sería cónsul al año siguiente. Tras su año de cónsul César fue nombrado gobernador de tres provincias romanas: la Galia Cisalpina (el norte de Italia), Iliria (las actuales Eslovenia y la costa de Croacia) y la Galia Transalpina (el sureste de Francia). Partió hacia la Galia Transalpina en el año 58 A.C. y allí forjó su reputación de excepcional líder militar.
Mapa de las Galias a mediados del siglo I A.C, antes de las campañas de César
La tribu de los Helvecios, deseosos de encontrar lugares más acogedores, emigró de su tierra en la actual Suiza para adentrarse en la Galia. Cesar los derrotó en la primavera del 58 A.C. y les obligó a volver a sus tierras. En el verano de ese mismo año se enfrento al rey de los Suevos, Ariovisto y lo derrotó obligando a los pocos supervivientes a volver a Germania.
Estas dos campañas decidieron a César a conquistar toda la Galia, una medida de seguridad para impedir futuras invasiones germanas. Para ello se dirigió al Noreste de la Galia, la llamada Galia Belga. Los Belgas se opusieron a el pero consiguió derrotarlos y, tras esa victoria, atravesó el Rhin por primera vez. No contento con eso cruzó el estrecho de Dover con solo dos legiones y algunos cientos de soldados de caballería, apenas diez mil hombres, no fue una campaña afortunada. Al año siguiente, el 54 A.C. volvió a Britania con un ejercito muy superior, cinco legiones y unos cuantos miles de soldados de caballería, en total alrededor de treinta mil hombres con los cuales venció a los britanos y les impuso tributo.
Combate entre legionarios romanos y guerreros galos
Sin embargo empezaron a haber problemas en la Galia, primero fueron los belgas que con el jefe de la tribu de los Eburones, Ambiorix, aniquilaron a la XIII legión. Luego sometieron a asedio el campamento de la IX legión al mando de Quinto Tulio Ciceron, el hermano de Marco Tulio Cicerón, uno de los legados de César. Este acudió a rescatarlos con dos legiones, apenas 10000 soldados contra 50000 guerreros belgas, venció César, una gran hazaña, sin embargo las dificultades de César promovieron la gran revuelta de la Galia del año 52 A.C. encabezada por Vercingetorix, rey de los Arvernos y pronto rey de la Galia.
Veringetorix utilizó la política de la tierra quemada, una buena estrategia para privar a los romanos de sus fuentes de aprovisionamiento. Sin embargo cometió el error de enfrentarse a César en campo abierto siendo derrotado, tras la batalla Vercingetorix se refugió con unos ochenta mil guerreros en la fortaleza de Alesia, considerada inexpugnable y envió a su caballería para que fuera en busca de un gran ejercito y así atrapar a César. César, comprendió lo que se avecinaba y rodeó Alesia con dos lineas de fortificaciones, la interior destinada a bloquear a Vercingetorix y la exterior para contener el ejercito de refuerzo galo.
Plano del sitio de Alesia
Fortificaciones romanas en el sitio de Alesia
A finales de septiembre llego el ejercito de refuerzo galo, según cifras de César, eran cerca de un cuarto de millón de guerreros, cifra que hay que tomar con "pinzas", aunque es muy probable que se acerque bastante a la realidad, por lo que en total los galos debían contar con cerca de trescientos mil guerreros frente a los aproximadamente sesenta mil de César. Durante varios días los galos intentaron forzar el bloqueo y a punto estuvieron de conseguirlo, pero al final, viendo que no había manera de vencer a los romanos el ejercito de socorro se retiro y Vercingetorix salió solo de Alesia para rendirse a César, fue el 3 de octubre del año 52 A.C.
Rendición de Vercingetorix
César dedicó el año siguiente a sofocar los últimos rescoldos de la rebelión de los galos, la última tribu gala con la que tuvo que combatir fueron los Cardurcos. César puso sitio a su principal fortaleza, Uxellodunum, en el sur de Francia, muy cerca de Toulouse. Cuando al final la tomó decidió hacer algo lo bastante horrible como para desanimar cualquier otra sublevación, cogió a cuatro mil guerreros galos y ordenó a los propios habitantes de la ciudad que les amputaran ambas manos. Esos cuatro mil desgraciados fueron repartidos por toda la Galia para que todos comprendieran cual podía ser el destino de los que se opusieran a Roma.
Vista de Oxellodunum en la actualidad
La conquista de las Galias por César es perfectamente comparable a la conquista de América por los españoles, hoy en día lo llamaríamos genocidio, especialmente en la Galia Belga, donde fueron exterminadas tribus enteras. Las cifras que nos proporcionó el propio César son muy elocuentes, un millón de hombres muertos, cuatrocientas mil mujeres y niños muertos, otro millón de hombres y mujeres vendidos como esclavos, eso suponía más de un tercio de la población total de la Galia. Por lo general César prefería acuerdos pacíficos con las tribus galas y no era una persona dada a la crueldad, pero cuando una de esas tribus violaba los tratados y se lanzaba a la guerra contra el no tenía piedad.
La historia de la Guerra de las Galias la conocemos muy bien gracias a su principal protagonista: César. Nos la narró a la perfección en una gran obra maestra de la prosa latina, "Los comentarios sobre la Guerra de las Galias", ya su inicio nos engancha "Gallia est omnis divisa in partes tres". Es una verdadera suerte que podamos leer completa esta gran obra, pocas obras completas de la literatura clásica han sobrevivido intactas. César no solo destacaba como político y militar, también era un gran escritor y un maestro de la propaganda. En sus comentarios César utilizo la tercera persona, jamás dice yo hice eso o aquello, sino que dice César hizo eso o aquello. Además narraba constantemente las hazañas de sus legados, sus tribunos, sus centuriones y sus soldados dando sus nombres, todos ellos tenían familiares en Roma y, por tanto, al leer las crónicas de César, podían enorgullecerse de ellos. Además utilizó un lenguaje conciso, fácilmente comprensible para la mayoría de los romanos. Hay mucha polémica sobre hasta que punto podemos confiar en la objetividad del relato de César, sin duda, siendo un político excepcional, procuraba manipular la verdad, sin embargo hemos de tener en cuenta que sus oficiales y sus soldados escribían regularmente cartas a sus familiares por tanto es muy improbable que César mintiera pues la mentira habría sido desenmascarada inmediatamente.
La primera página de los "Comentarios sobre la Guerra de las Galias"
Tras la conquista de las Galias César tenía asegurado el primer puesto en la República de Roma, sin embargo sus enemigos políticos estaban dispuestos a hacer cualquier cosa para impedirlo. En principio César solo había recibido el mando de proconsul por cinco años, pero en el año 56 A.C. tuvo una conferencia con sus aliados, Craso y Pompeyo, en la ciudad de Lucca, cerca del límite entre la Galia Cisalpina y Italia. En esa reunión se acordó que Craso y Pompeyo se presentarían como cónsules, tras su año de consulado irían a gobernar Hispania y Siria y al mismo tiempo César tendría otros cinco años como proconsul. La delicada salud de Julia, la hija de César y esposa de Pompeyo, hizo que se cambiaran las provincias, Pompeyo gobernaría Hispania, una provincia pacífica que podía controlar mediante sus legados mientras el permanecía en Roma y Craso recibió Siria, una provincia que había que gobernar "in situ" debido a que era fronteriza con el Imperio Parto.
Mapa del reparto de provincias entre César, Craso y Pompeyo tras el convenio de Lucca
Batalla de Carras
La muerte de Craso, el mejor amigo de César y un firme apoyo para el, fue un desastre. El socio restante, Pompeyo, tras la muerte de Julia, se vio cortejado por la facción ultra conservadora del senado, los enemigos de César, y en el año 52 A.C. contrajo matrimonio con Metela Escipión, la hija de uno de los mayores enemigos de César, Quinto Cecilio Metelo Escipión. Tras ese matrimonio estaba claro que Pompeyo había roto con César, su principal motivo era la envidia que sentía por las hazañas de César, lo estaba eclipsando como el mejor militar de Roma. En ese mismo año Pompeyo fue nombrado "cónsul sin colega", una ilegalidad pues según las leyes romanas no podía haber un solo cónsul. Pompeyo empezó a dictar leyes que perjudicaban a César. Entre los años 51 y 50 A.C, los ultra conservadores apretaron cada vez más las tuercas a César, en una sesión del senado el cónsul de ese año 50 A.C. Cayo Claudio Marcelo, propuso que a César se le despojara del mando de sus provincias y de su ejercito, uno de los tribunos de la plebe, Cayo Escribonio Curión, vetó esa moción y lo siguió haciendo durante todo su año como tribuno de la plebe, lanzando además la propuesta de que tanto César como Pompeyo debían licenciar sus ejércitos al mismo tiempo. El cónsul lanzó otra propuesta, dada la peligrosa situación en Siria propuso que tanto Pompeyo como César se desprendieran de una de sus legiones para enviarla allí, la mayoría de los senadores, incluído Curión, estuvieron de acuerdo, pero Pompeyo, con gran astucia, dijo que enviaría la VI legión, la que pocos años atrás había prestado a César, por lo que en realidad César tuvo que desprenderse de dos legiones, una considerable parte de su ejercito, lo cual es una buena prueba de que no quería en modo alguno iniciar una guerra. Los ultra conservadores del senado llegaron incluso a pedir que César fuera declarado traidor y enemigo público, una propuesta de uno de sus mayores enemigos, Marco Porcio Catón.
Los ultra conservadores del senado aplaudiendo las propuestas de Catón, fotograma de la serie de TV "Roma"
Curión consiguió que el senado aprobara su moción de que tanto Pompeyo como César licenciaran sus ejércitos al mismo tiempo, la mayoría de los senadores votaron a favor, entonces Marcelo cometió otra ilegalidad, acompañado de los senadores ultra conservadores se presentó en casa de Pompeyo, le entrego una espada y le encomendó la defensa de la república. A partir de ese momento los acontecimientos se precipitaron, César siguió negociando y ofreció retirarse de sus provincias y de su ejercito quedándose solo con la Provincia de Iliria y una sola legión hasta que pudiera presentarse a las elecciones como cónsul, sus propuestas fueron rechazadas. El 7 de enero del año 49 A.C. el nuevo cónsul Lucio Cornelio Léntulo Crus, otro miembro de la facción ultra conservadora, propuso que se declarara el estado de excepción, dos de los nuevos tribunos de la plebe Quinto Casio y Marco Antonio, primo segundo de César, vetaron el decreto senatorial y fueron agredidos, algo que no solo era ilegal sino también un sacrilegio, los tribunos de la plebe eran inviolables y sacrosantos. Antonio y Casio, acompañados de Curión, huyeron de Roma. César recibió esa noticia y se disiparon todas sus dudas, no tenía otra opción que defender sus derechos, los derechos de sus soldados y de la mayoría de los ciudadanos romanos por la fuerza y la noche del 10 al 11 de enero del año 49 A.C. cruzó el Rubicón, la frontera entre su provincia de la Galia Cisalpina y Italia, al frente de la XIII legión. "Alea iacta est", "la suerte está echada", es lo que dijo César a las orillas del Rubicón, o al menos esa es la frase que ha pasado a la posteridad, una frase fatalista, nada acorde con el carácter de César, en realidad citó a un poeta griego, Menandro: "Anerriptho kybos", "que rueden los dados".
La XIII legión cruzando el Rubicón, fotograma de la serie de televisión "Roma"
Al día siguiente César llegó a la ciudad de Ariminum, la actual Rimini, allí se encontró con Quinto Casio y Marco Antonio, con sus ropas desgarradas y magulladuras por todas partes, los presento a sus soldados y estos respondieron "sigamos adelante", la mayoría eran de la Galia Cisalpina de más allá del Po, gracias a César se habían convertido en ciudadanos romanos y veían amenazados sus derechos por la oligarquía senatorial a pesar de haber combatido duramente por Roma durante ocho años. En solo dos meses conquistó toda Italia, las ciudades arrojaban flores a sus soldados y los ejércitos enemigos se rendían entregando a sus comandantes a los cuales César dio plena libertad. Pompeyo, con muchos de los senadores se retiro hasta Brundisium, la actual Brindisi y desde ahí paso a Grecia para organizar su ejercito y reclutar nuevas tropas.
Mapa de la campaña de César en Italia y huida de Pompeyo
Por su parte César se dirigió a Hispania en donde en una rápida campaña venció a los legados de Pompeyo, Afranio y Petreyo, los cuales huyeron a Grecia para reunirse con Pompeyo mientras que a sus legionarios César les dio la opción de ser licenciados o bien pasarse a su bando, la mayoría optaron por lo segundo.
César volvió a Roma y se hizo nombrar dictador por los senadores que aún permanecían en Roma, hizo algunas reformas, entre otras una ley que aliviaba a los deudores instituyendo un interés máximo del 10% simple. Tras esas reformas César abandono el cargo de dictador y se presento a las elecciones como cónsul para el año 48 A.C., que gano de forma aplastante. Organizó su ejercito y paso a Grecia con cuatro de sus legiones, poco más tarde Marco Antonio le siguió con otras cinco legiones y poco más de un millar de guerreros germanos de caballería. Consiguió rodear mediante fortificaciones al ejercito de Pompeyo establecido en Dyrrachium, la actual Durrës en Albania, sin embargo dos desertores de la caballería de César le explicaron a Pompeyo como estaban dispuestas las fortificaciones y este atacó el punto débil de estas obligando a César a levantar el asedio y dirigirse al interior de Grecia.
Mapa de la campaña de Grecia
Pompeyo también se movió y finalmente el 9 de agosto del año 48 A.C. ambos ejércitos entablaron combate en la llanura de Farsalia, en Tesalia. Pompeyo tenía una ventaja de dos a uno en infantería y de seis a uno en caballería por lo que confiaba en derrotar a César, sin embargo este contaba con una ventaja, la mayoría de sus soldados eran veteranos de la Guerra de las Galias, por otro lado César era mucho mejor general que Pompeyo. La Batalla de Farsalia apenas duro una hora y se saldo con una aplastante victoria de César.
Batalla de Farsalia, la infantería de César detiene la carga de la caballería de Pompeyo
Tras su victoria César hizo con el ejercito de Pompeyo lo mismo que había hecho en España, les dio la opción de ser licenciados o pasarse a su bando, la mayoría optaron por lo segundo. Los comandantes pompeyanos se rindieron a César el cual no tomo ningún tipo de represalia o bien huyeron a África en donde pensaban organizar otro ejercito. Por su parte Pompeyo huyo a Egipto en donde fue vilmente asesinado. César que sabía que Pompeyo se había dirigido allí lo siguió con unos pocos miles de hombres, apenas cuatro mil. Nada más llegar a Alejandría sus gobernantes le presentaron la cabeza de Pompeyo pensando ganarse su favor, pero consiguieron justamente lo contrario, César no deseaba en modo alguno la muerte de Pompeyo y menos de esa forma tan vil.
Los gobernantes egipcios presentan a César la cabeza de Pompeyo, fotograma de la película "Cleopatra"
En Egipto se encontró con que había un clima de guerra civil, entre los dos reyes que además, según la costumbre egipcia, eran hermanos, Cleopatra VIII y Ptolomeo XIII, César apoyó a Cleopatra pues los consejeros de Ptolomeo XIII eran los que planearon el asesinato de Pompeyo. Durante cuatro meses César resistió con esos pocos miles de hombres el asedio del ejercito de Ptolomeo XIII hasta que llegaron tropas de refuerzo y derrotó al ejercito egipcio con lo que Cleopatra pasó a ser la reina indiscutible de Egipto. César y Cleopatra mantuvieron una intensa relación amorosa y tuvieron un hijo en común, el futuro Ptolemeo XV, más conocido como Cesarión.
César proclamando faraón a Cleopatra, fotograma de la película "Cleopatra"
Tras su estancia en Egipto César tuvo que guerrear con otro enemigo extranjero, el rey Farnaces, hijo de Mitridates y que había desembarcado en el antiguo reino de su padre, el Ponto, convertido en provincia romana. Con un ejercito que era unas cuatro veces inferior en número César destrozo al ejercito de Farnaces en la Batalla de Zela, tras la batalla César dijo otra de sus famosas frases "Veni, vidi, vici", "llegué, vi, vencí".
César volvió a Roma, volvió a ser nombrado dictador y empezó a planear la campaña de África donde los pompeyanos, al mando de Tito Labieno, Marco Porcio Catón y Quinto Cecilio Metelo Escipión, con la ayuda del rey Juba de Numidia, estaban organizando un poderoso ejercito. César desembarco en África y el 6 de abril del año 46 A.C. destrozó al ejercito enemigo, muy superior en número, en la Batalla de Tapso. Catón y Metelo Escipión se suicidaron mientras Tito Labieno escapó a España junto a los hijos de Pompeyo, Cneo y Sexto.
Batalla de Tapso
César volvió a Roma y volvió a ser nombrado dictador por un periodo de diez años, entonces pudo celebrar sus triunfos, nada menos que cuatro: El de las Galias, el de Egipto, el de Asia y el de África. El más esperado era el de las Galias, en el cual fue ejecutado Vercingetorix que había permanecido durante seis años prisionero aunque con todas las comodidades pues un triunfo romano estaba pensado para mostrar al pueblo lo poderoso que era el ejercito romano y, por tanto, exhibir un prisionero en malas condiciones era impensable.
Desfile triunfal de César de la serie de televisión "Roma"
Sin embargo todavía tuvo que combatir otra vez. Labieno y los hijos de Pompeyo habían conseguido organizar un numeroso ejercito en la Hispania Ulterior. César volvía a estar en inferioridad numérica, ocho legiones contra trece, pero consiguió derrotar a los pompeyanos en la Batalla de Munda el 17 de marzo del año 45 A.C. Fue la batalla más dura de la guerra civil, hubo un momento en que los soldados de la X legión de César empezaron a flaquear por lo que este inmediatamente cogió la espada y lucho a su lado infundiéndoles ánimos, con 54 años de edad todavía combatiendo como un joven de 20 años. César gano la batalla, la última de esa larga guerra civil, Labieno murió luchando, Cneo Pompeyo fue asesinado poco más tarde por uno de los oficiales de César sin el consentimiento de este y su hermano Sexto consiguió escapar convirtiéndose en un gran problema al cabo de pocos años.
Batalla de Munda
Al igual que con la Guerra de las Galias tenemos la suerte de contar con otra obra de César "La Guerra Civil" y sus continuaciones "La Guerra de Alejandria", escrita por uno de sus lugartenientes, Aulo Hircio y "La Guerra de África" y "La Guerra de España", cuyo autor se desconoce.
Los "comentarios sobre la Guerra Civil"
Tras ganar la Guerra Civil César se convirtió en el gobernante indiscutible de Roma, los senadores le eligieron dictador a perpetuidad. Es algo que puede repugnarnos, sin embargo el concepto de dictadura era muy diferente al actual y, en cualquier caso, los "defensores de la libertad" lo que realmente defendían eran sus privilegios, todos ellos pertenecían a la nobleza romana, en cambio la mayoría de los ciudadanos de Roma eran fervientes partidarios de César pues, fuera por interés o por verdadera conciencia, defendía a los menos privilegiados, repartiendo parcelas de tierra entre los pobres, subvencionando su alimentación, dictando leyes que les protegían de los prestamistas...Una buena prueba de ello fue su testamento, en el legaba a cada ciudadano romano la suma de 300 sextercios, no es fácil hacer una estimación de lo que representaba esa cantidad, pero para una persona que vivía en la miseria sin duda era un suma respetable, además legó sus jardines al otro lado del Tíber como parque publico. Un grupo de senadores empezó a tramar su asesinato, estaban encabezados por Cayo Casio Longino y Marco Junio Bruto, otros, como Marco Tulio Cicerón, prefirieron mantenerse neutrales aunque en el fondo deseaban la desaparición de César.
Tres senadores que veían con malos ojos las reformas de César: Casio, Cicerón y Bruto, serie de TV "Roma"
Existe polémica en cuanto a si César quiso convertirse en Rey de Roma, tal como decían sus adversarios, personalmente creo que no era esa su intención, no le hacía ninguna falta, ya era dictador a perpetuidad. Por otro lado a César le gustaba tener adversarios políticos, decía que eso aguzaba su ingenio, otra prueba de su gran inteligencia. Sin embargo la presencia de Cleopatra y su hijo en Roma desde hacía más de un año era para sus adversarios una prueba de que César tenía la intención de proclamarse rey.
Cleopatra y Cesarión entrando en Roma, fotograma de la película "Cleopatra"
Al final los conspiradores consiguieron asesinarlo, fue en los idus (15) de marzo del año 44 antes de Cristo, lo atacaron en la Curia de Pompeyo y César murió al pie de la estatua de su antiguo aliado y luego adversario tras recibir 23 puñaladas.
Marco Antonio junto al cadáver de César, fotograma de la película "Julio César"
Su asesinato no solucionó nada, al contrario, complicó todavía más la situación en Roma pues los asesinos no habían hecho planes para después del magnicidio, pensaron que "muerto el perro se acabó la rabia". Por desgracia los problemas de Roma ya tenían varias décadas de antigüedad y la muerte de César solo provocó otra guerra civil, esta entre los asesinos de César y sus partidarios, encabezados por Marco Antonio, primo segundo de César (su madre era prima de César) y por su sobrino nieto y por testamento hijo adoptivo, Cayo Octavio, que paso a llamarse Cayo Julio César Octaviano. Ganaron los cesarianos, Antonio y Octaviano se repartieron el Imperio Romano, Octaviano en Occidente y Antonio en Oriente, asignando África a Marco Emilio Lépido. Era una situación que no podía durar y no duró, al final se impuso Octaviano que paso a llamarse Augusto convirtiéndose en el primer Emperador de Roma, pero la historia del ascenso de Octaviano es otra fascinante historia que trataré en su momento.
Mapa del Imperio Romano a mediados del siglo I A.C. tras las conquistas de César
Dejo algunos enlaces de gran interés en donde podréis ampliar información.
Una muy buena biografía de Cayo Julio César.
Cayo Julio César, biografía
Un muy buen documental dedicado a Julio César.
Julio César, documental
Un buen artículo dedicado a la conquista de las Galias por César.
La Guerra de las Galías, artículo
Un buen documental, dividido en dos partes, cada una de poco más de diez minutos de duración, dedicado a la conquista de las Galias y especialmente centrado en el momento decisivo, la rebelión de Vercingetorix y el sitio de Alesia.
Conquista de las Galias, documental, 1ª parte
Conquista de las Galias, documental, 2ª parte
Un buen artículo dedicado a la historia de los prisioneros romanos del ejercito de Craso que probablemente acabaron en China.
Legionarios romanos en China, artículo
Un buen artículo dedicado al cruce del Río Rubicón y los motivos por los cuales César no tuvo más remedio que hacerlo.
El cruce del Rubicón, artículo
Un buen artículo en el que se narra la Guerra Civil.
Guerra Civil, artículo
Un corto pero interesante vídeo dedicado a la Guerra Civil y que se centra en la Batalla de Farsalia, el enfrentamiento entre César y Pompeyo.
La Batalla de Farsalia, vídeo
Un magnífico artículo dedicado a la campaña de Grecia y especialmente la decisiva Batalla de Farsalia. En el podréis ver con claridad la magnitud del genio militar de César.
La Batalla de Farsalia, artículo
Un corto pero interesante vídeo dedicado a la última batalla de la Guerra Civil, Munda.
Batalla de Munda, vídeo
Una excelente mini serie de televisión dedicada a Julio César dividida en dos capítulos, esta muy bien ambientada y es bastante respetuosa con los hechos históricos.
Julio César, serie TV, 1ª parte
Julio César, serie TV, 2ª parte
Por último las magníficas obras "Comentarios sobre la Guerra de las Galias" y "Comentarios sobre la Guerra Civil" escritas por su principal protagonista, Cayo Julio César, una verdadera suerte que contemos con estos textos. El de la "Guerra de las Galias lo dejo en dos versiones, la primera solo con el texto de César y la segunda incluyendo las notas de otro gran general, Napoleón. El de la "Guerra Civil" incluye la "Guerra de Alejandría", la "Guerra de África" y la "Guerra de España".
Comentarios sobre la Guerra de las Galias
Comentarios sobre la Guerra de las Galias
Comentarios sobre la Guerra Civil
Una muy buena biografía de Cayo Julio César.
Cayo Julio César, biografía
Un muy buen documental dedicado a Julio César.
Julio César, documental
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Conquista de las Galias, documental, 1ª parte
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Julio César, serie TV, 1ª parte
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Comentarios sobre la Guerra de las Galias
Comentarios sobre la Guerra de las Galias
Comentarios sobre la Guerra Civil
that is a good article .
ResponderEliminarThanks Ivan Serguei, Caesar It was a fascinating character.
EliminarGreetings.
Sergi.
Poco después otro Julio Cesar se le ocurrió cruzar el Rin para conquistar Germania, la derrota fue legendaria, un duro golpe para Roma del que nunca se recuperó: El desastre de Varo
ResponderEliminarSi, conozco muy bien esa historia, la Batalla del Bosque Teutoburgo. tres legiones romanas fueron aniquiladas, hubo muy pocos supervivientes. La Germania al oeste del Río Elba se había convertido en una nueva provincia romana pocos años atrás, pero las depravaciones de su gobernador, Publio Quintilio Varo, animaron a los germanos a rebelarse, el líder de la revuelta fue un germano que servía como auxiliar en las legiones romanas, Arminio.
EliminarAugusto nunca se recupero de este desastre, sucedido en los últimos años de su gobierno y Roma ya no volvió a intentar conquistar Germanía, fue una batalla decisiva. Los descendientes de los germanos que destruyeron ese ejercito romano cruzarían 400 años más tarde el Rhin y se adueñarían del Imperio Romano de Occidente.