La Segunda Guerra Mundial fue la más terrible de las guerras que ha conocido la humanidad. Fue una guerra total en donde se cometieron actos de barbarie y crueldad sin precedentes, más de la mitad de las victimas fueron civiles indefensos. Una de las causas de mayor número de víctimas entre la población civil fueron los bombardeos sobre las ciudades y un lugar muy destacado en el catalogo del horror lo ocupa el bombardeo de Dresde entre el 13 y el 15 de febrero de 1945.
El centro de Dresde tras los bombardeos
Los bombardeos aéreos sobre ciudades con objeto de aterrorizar y desmoralizar a la población civil se realizaron por primera vez durante la Guerra Civil Española, tristemente famoso es el bombardeo de Gernika el 26 de abril de 1937, efectuado por los bombarderos alemanes de la Legión Cóndor.
Gernika tras el bombardeo
El genial pintor Pablo Picasso se inspiró en este triste hecho para una de sus mayores obras maestras, actualmente expuesta en el Museo Reina Sofía de Madrid.
Un grupo de escolares atentos a las explicaciones de su maestra sobre el Gernika de Picasso
Otras muchas ciudades españolas fueron objeto de bombardeos aéreos, entre ellas Barcelona, mi ciudad natal, especialmente entre el 16 y el 18 de marzo de 1938. Aviones italianos procedentes de Mallorca efectuaron incursiones sobre Barcelona con resultados devastadores.
Vista aérea del centro de Barcelona durante los bombardeos de marzo de 1938
En la Guerra Civil Española el ejercito alemán, la Wehrmacht, probó las nuevas tácticas militares: las formaciones de tanques, los bombarderos en picado apoyando el avance de las tropas terrestres y lo que se convirtió en una horrible característica de la Segunda Guerra Mundial, los bombardeos aéreos sobre las ciudades. La primera gran ciudad en recibir las atenciones de la Luftwaffe, la fuerza aérea alemana, fue Varsovia, la capital de Polonia, el 25 de septiembre de 1939 la aviación alemana efectuó más de un millar de salidas dejando caer cientos de toneladas de bombas sobre la capital polaca.
Una calle de Varsovia tras el bombardeo del 25 de septiembre de 1939
El 10 de mayo de 1940 el ejercito alemán se lanzó hacia el oeste, su objetivo conquistar Francia, para ello había que pasar por países neutrales como Holanda, su mayor puerto, Roterdam, recibió la "amistosa visita" de la Luftwaffe el 14 de mayo de 1940.
Vista de Roterdam tras el bombardeo del 14 de mayo de 1940
Tras la caída de Francia en junio de 1940 Gran Bretaña se quedó sola y se dispuso a aguardar el ataque de los alemanes. Confiaba, sobre todo, en su flota, la mayor del mundo, y en la RAF, la Real Fuerza Aérea, con uno de los mejores aviones de caza de la Segunda Guerra Mundial, el Spitfire. Ese combate en los cielos británicos se conoce como la Batalla de Inglaterra.
Una formación de Spitfire
En el verano de 1940 la aviación alemana empezó a atacar las bases de la RAF para conseguir el dominio del espacio aéreo británico, condición indispensable para acometer la invasión de Gran Bretaña. Oleadas de bombarderos alemanes bombardeaban Gran Bretaña todos los días.
La aviación británica se defendió como pudo pero a mediados de agosto estaba agotada, la superioridad numérica de la aviación alemana se estaba imponiendo, los constantes ataques a los aeropuertos militares británicos y a las estaciones de radar fueron muy efectivos, aunque los alemanes también sufrieron graves perdidas pues la autonomía de su caza estrella, el Messerchmitt 109, era de solo 90 minutos por lo que apenas podía permanecer media hora sobre el cielo británico y por tanto su capacidad de combate era limitada comparada con la de los cazas británicos que operaban en suelo propio.
Para reducir perdidas entre sus pilotos el comandante de la Luftwaffe, el mariscal del reich Hermann Góring, cambió de táctica bombardeando solo por la noche. Todo hacía suponer que de seguir así la RAF quedaría aniquilada. Pero el 24 de agosto una escuadrilla de bombarderos alemanes se equivoco de rumbo y dejo caer sus bombas sobre Londres.
Bombarderos Dornier 17 sobrevolando Gran Bretaña
La aviación británica se defendió como pudo pero a mediados de agosto estaba agotada, la superioridad numérica de la aviación alemana se estaba imponiendo, los constantes ataques a los aeropuertos militares británicos y a las estaciones de radar fueron muy efectivos, aunque los alemanes también sufrieron graves perdidas pues la autonomía de su caza estrella, el Messerchmitt 109, era de solo 90 minutos por lo que apenas podía permanecer media hora sobre el cielo británico y por tanto su capacidad de combate era limitada comparada con la de los cazas británicos que operaban en suelo propio.
Una formación de Messerchmitt 109 rumbo a Gran Bretaña
Para reducir perdidas entre sus pilotos el comandante de la Luftwaffe, el mariscal del reich Hermann Góring, cambió de táctica bombardeando solo por la noche. Todo hacía suponer que de seguir así la RAF quedaría aniquilada. Pero el 24 de agosto una escuadrilla de bombarderos alemanes se equivoco de rumbo y dejo caer sus bombas sobre Londres.
Un Heinkel 111 sobre Londres
En respuesta 80 bombarderos de la RAF atacaron Berlín la noche del 25 de agosto y Hitler, enfurecido, ordenó arrasar las ciudades británicas, uno de los muchos errores del "mayor estratega de todos los tiempos", de haber seguido atacando las bases aéreas británicas la RAF no habría aguantado mucho más. A partir del 7 de septiembre se concentró en bombardear las ciudades británicas, especialmente Londres, el llamado Blitz. La imagen de la Catedral de Sant Pablo, irguiéndose orgullosa por encima del humo de los incendios, se convirtió en uno de los iconos de la II Guerra Mundial.
La Catedral de Sant Pablo en Londres envuelta por el humo y las llamas de los bombardeos
Los bombardeos sobre Londres se cobraron decenas de miles de víctimas, pero los londinenses resistieron, en cuanto la alarma de ataque aéreo sonaba salían de sus casas y se refugiaban en donde podían, principalmente en las estaciones del metro.
Una estación de metro de Londres llena de refugiados
Otras muchas ciudades británicas fueron objeto de los ataques de los bombarderos alemanes. El 14 de noviembre de 1940 la ciudad de Coventry fue objeto de un violento bombardeo, tan grande fue la destrucción que dio origen a una nueva palabra para describir el bombardeo masivo de una ciudad: coventrizar. En total los bombardeos alemanes sobre las ciudades británicas se cobraron cerca de 100.000 vidas, pero Alemania no consiguió doblegar a Gran Bretaña, la Luftwaffe no consiguió aplastar a la RAF, la primera derrota de los nazis. "Nunca tantos debieron tanto a tan pocos", palabras que dijo Winston Churchill, tenaz enemigo del totalitarismo, refiriéndose a los pilotos de la Real Fuerza Aérea.
El centro de Coventry tras el bombardeo del 14 de noviembre de 1940
La Batalla de Inglaterra ha sido objeto de numerosos libros y también de películas, quizás el mejor film dedicado a este hecho es "La Batalla de Inglaterra", realizado en 1969 por el director Guy Hamilton y con interpretes de la talla de Michael Caine, Trevord Howard, Christopher Plummer, Kurt Jurgens, Laurence Olivier, Susannah York, Robert Saw...Esta película nos describe a la perfección lo que ocurrió, como la mayoría de las películas bélicas de esos años es muy objetiva, además perfectamente ambientada y muy rigurosa con la historia real, casi un documental, os recomiendo vivamente su visionado.
Los bombardeos sobre las ciudades británicas continuaron durante los primeros meses del año 1941, pero en la primavera la aviación alemana tuvo que hacer frente a otros compromisos, primero la invasión de los Balcanes y, a partir del 22 de junio, la invasión de la Unión Soviética. En 1942 las ciudades alemanas empezaron a sufrir bombardeos masivos, la primera fue Colonia la noche del 30 al 31 de mayo de 1942, atacada por un millar de bombarderos británicos.
Colonia tras los bombardeos
El único edifico que quedo en pie en el centro de Colonia fue su magnífica catedral, al igual que la catedral de Sant Pablo en Londrés quedo casi intacta. No fue una casualidad, tampoco un designio divino, simplemente era un buen punto de referencia para los bombarderos, cuando tenían a la vista la catedral dejaban caer su carga mortal alrededor de ella.
En 1943 y 1944 los bombardeos sobre las ciudades alemanas fueron devastadores, por la noche los británicos con bombarderos pesados como el Halifax.
La catedral de Colonia alzada incólume sobre las ruinas del centro de la ciudad
En 1943 y 1944 los bombardeos sobre las ciudades alemanas fueron devastadores, por la noche los británicos con bombarderos pesados como el Halifax.
Un bombardero Halifax
De día las ciudades alemanas eran bombardeadas por los B 17 norteamericanos, las fortalezas volantes, llamados así por su potente armamento defensivo, hasta trece ametralladoras de 12.7 mm, y con capacidad para ocho toneladas de bombas.
Un bombardero B-17
Sin embargo las perdidas de los aliados fueron muy elevadas, las ciudades alemanas estaban bien defendidas por una potente artillería antiaérea, con armas como el famoso flak 88.
Cañón antiaéreo alemán de 88 mm
Además los cazas alemanes se cobraban un buen tributo en cada incursión de los británicos y norteamericanos.
Un B 17 destruido por un caza alemán
El principal problema al que se enfrentaban británicos y norteamericanos al bombardear Alemania es que no disponían de aviones de caza con suficiente radio de acción para escoltar a los bombarderos por lo que estos, a pesar de su fuerte armamento, con frecuencia eran derribados por los cazas alemanes, pero eso cambió con la aparición del caza P 51 Mustang, con su radio de acción con depósitos de combustible externos de casi 3.000 km y su velocidad máxima de 700 km/h fue una perfecta escolta para los bombarderos británicos y norteamericanos.
Una escuadrilla de Mustang en misión de combate
Los aviones de caza alemanes, como el Messerchmitt 109 y el Focke-Wulf 190 eran inferiores al P 51, especialmente en velocidad y radio de acción. Pero los aliados se llevaron una desagradable sorpresa en el verano de 1944 cuando apareció un nuevo caza alemán, el Messerchmitt 262, el primer avión de combate a reacción. Sin embargo el Messerchmitt 262, debido a diversos cambios en su diseño que retrasaron su entrada en escena, no pudo producirse en número suficiente hasta que ya era demasiado tarde para cambiar el curso de la guerra.
Un Messerchmitt 262
En junio de 1944, tras el desembarco de las fuerzas aliadas en Normandia, parecía que el peligro se había alejado de las ciudades británicas, pero les esperaba una desagradable sorpresa, las "Vergeltungswaffe", las armas de la venganza, las V 1 y V 2. La primera en entrar en acción fue la V 1, el antecesor de los actuales misiles crucero, el 13 de junio de 1944, en Londres hay una placa recordatorio en el lugar en donde impacto la primera V 1.
Placa recordatorio en la calle Grove de Londrés
Las V 1, con su velocidad de casi 700 km/h, se mostraron muy efectivas al principio. El principal problema con que se encontraron los aliados para destruirlas es que estaban almacenadas en refugios subterráneos, solo estaban expuestas durante los minutos previos al lanzamiento.
Un grupo de soldados alemanes sacando una V 1 de su refugio subterráneo
Los aliados adaptaron aviones como el Hawker Tempest para interceptarlas, además bombardearon sus rampas de lanzamiento y desarrollaron un sistema automático de tiro basado en el radar, por lo que la destrucción causada por las V 1 no alcanzó las cotas esperadas por los alemanes, aunque unos 20.000 civiles británicos murieron debido a las V 1.
Visión artística de un Hawker Tempest interceptando una V 1
El radio de acción de las V 1 era de unos 250 km, cuando en septiembre de 1944 los aliados tomaron el NE de Francia y Bélgica termino la amenaza de las V 1 sobre Londres pero entonces entro en acción otra arma, la tristemente famosa V 2, el primer misil balístico y antecesor de los actuales cohetes. Con su superior radio de acción, de unos 350 km, podían ser lanzadas desde la costa de Holanda y el NO de Alemania y alcanzar Londres y todo el SE de Inglaterra. Además sus plataformas de lanzamiento eran móviles por lo que era casi imposible destruirlas en tierra.
Una V 2 en su plataforma de lanzamiento
Al contrario que las V 1, que podían localizarse e interceptarse durante el vuelo, las V 2 eran imposibles de localizar e interceptar. Su velocidad de varios miles de km por hora y el hecho de que fueran misiles balísticos les hacían invulnerables a cualquier arma defensiva de la época. Con su carga de una tonelada de explosivos, capaz de destruir una manzana entera de edificios, aterrorizaron a los británicos, parecía que de nuevo tenían el Blitz, alrededor de 10.000 civiles británicos murieron debido a las V 2.
El resultado del impacto de una V 2 en Londres
Sin embargo las V 1 y las V 2 no cambiaron el curso de la guerra, podría haber sido diferente de haber entrado en acción unos meses antes, bombardeando los puertos del sur de Inglaterra en donde se concentraba la flota de invasión aliada, podrían haber dificultado o incluso impedido el desembarco en Normandia, pero, al igual que el revolucionario Messerchmitt 262, llegaron demasiado tarde. Una a una las ciudades alemanas fueron arrasadas por los brutales bombardeos. Una de las pocas que salió bien librada hasta casi el final de la guerra fue Dresde, una de las más hermosas ciudades de Alemania, conocida como la Florencia del Elba.
Una vista de Dresde antes de los bombardeos
En febrero de 1945 Alemania estaba agonizando, los aliados occidentales, tras repeler la ofensiva alemana de las Ardenas, estaban llegando al Río Rin. Al este el ejercito soviético había llegado al Río Oder, a solo un centenar de km de Berlín. Millones de civiles alemanes huyeron del Ejercito Rojo el cual estaba dispuesto a tomarse su venganza por las atrocidades cometidas por Alemania en la Unión Soviética.
Miles de ellos fueron a parar a Dresde, una ciudad situada a unos 200 km al sur de Berlín. En aquellos años Dresde tenía una población de unos 600.000 habitantes, pero la afluencia de refugiados evacuados de otras ciudades bombardeadas y los que huían del avance del Ejercito Rojo hizo que en febrero de 1945 Dresde albergara a cerca de un millón de personas. Era considerada una ciudad segura pero en 13 de febrero de 1945 eso cambió. Los aliados occidentales, británicos y norteamericanos, decidieron bombardear esa ciudad abarrotada de civiles. A última hora de la tarde del 13 de febrero 250 bombarderos británicos Lancaster despegaron de sus bases y se dirigieron a Dresde.
La primera señal que recibieron los habitantes de Dresde del inminente bombardeo fue el sonido de la sirena de la alarma de ataque aéreo a las 21:51 del 13 de febrero. A las 22:14 los Lancaster británicos arrojaron su carga de bombas, principalmente explosivos de alta potencia, también lanzaron bombas incendiarias. Miles de personas que estaban en el centro de Dresde, incapaces de huir debido a que las calles quedaron bloqueadas por montones de escombros, murieron en el incendio, asfixiadas por el humo o abrasadas por el fuego.
A las 01:23 de la madrugada del 14 de febrero los británicos volvieron a atacar Dresde, 500 bombarderos cargados con bombas incendiarias, lo tuvieron fácil para localizar el objetivo, el incendio podía verse desde sus aviones a cientos de kilómetros de distancia. Arrojaron sus bombas en el exterior de la zona bombardeada en el primer ataque donde miles de personas se habían refugiado, nuevamente hubo miles de muertos debido al incendio. Este segundo ataque impidió los intentos de extinguir el incendio producido por el primer ataque de modo que todos los focos de fuego se unieron en uno solo en donde quedaron atrapados cientos de miles de aterrados civiles. La violencia del ataque fue tal que en la mañana siguiente la pequeña ciudad de Neustadt in Sachen, situada a 35 km de Dresde, llovió ceniza. Al mediodía del 14 de febrero les toco el turno a los norteamericanos, 300 bombarderos B-17 arrojaron su carga mortal sobre Dresde, bombas incendiarias y explosivos de alta potencia.
El 15 de febrero otros 200 B 17 norteamericanos volvieron a bombardear Dresde. Tras tres días de continuos bombardeos masivos la ciudad quedo en ruinas, apenas quedo piedra sobre piedra.
Tras esa gran matanza todo el mundo, sobre todo Europa, quedó conmocionado. La mayoría de Europeos comprendieron que no podían seguir por ese camino de guerras entre los diferentes países, esta última guerra global casi aniquiló toda Europa. Los antiguos enemigos tomaron conciencia de que había que poner fin a estas barbaridades, de esa idea surgió la Unión Europea. La mayor parte de Europa ha estado en paz en estas últimas siete décadas, desde la caída del Imperio Romano nunca se ha gozado en Europa de un periodo de paz tan prolongado. Aunque durante cuarenta años, de finales de los 40 a finales de los 80, tuvimos el temor de que se desencadenara un nuevo conflicto a escala mundial: Estados Unidos contra la Unión Soviética y Europa en medio, una guerra utilizando armas nucleares que habría supuesto la destrucción de la humanidad. Por fortuna, y a pesar de que hubo momentos de gran tensión, se impuso el sentido común, o más probablemente el temor a la aniquilación mutua. Las ciudades destruidas se reconstruyeron, como Dresde, nuevamente una de las ciudades más hermosas de Alemania.
Civiles alemanes huyendo del Ejercito Rojo
Miles de ellos fueron a parar a Dresde, una ciudad situada a unos 200 km al sur de Berlín. En aquellos años Dresde tenía una población de unos 600.000 habitantes, pero la afluencia de refugiados evacuados de otras ciudades bombardeadas y los que huían del avance del Ejercito Rojo hizo que en febrero de 1945 Dresde albergara a cerca de un millón de personas. Era considerada una ciudad segura pero en 13 de febrero de 1945 eso cambió. Los aliados occidentales, británicos y norteamericanos, decidieron bombardear esa ciudad abarrotada de civiles. A última hora de la tarde del 13 de febrero 250 bombarderos británicos Lancaster despegaron de sus bases y se dirigieron a Dresde.
Un bombardero Lancaster
La primera señal que recibieron los habitantes de Dresde del inminente bombardeo fue el sonido de la sirena de la alarma de ataque aéreo a las 21:51 del 13 de febrero. A las 22:14 los Lancaster británicos arrojaron su carga de bombas, principalmente explosivos de alta potencia, también lanzaron bombas incendiarias. Miles de personas que estaban en el centro de Dresde, incapaces de huir debido a que las calles quedaron bloqueadas por montones de escombros, murieron en el incendio, asfixiadas por el humo o abrasadas por el fuego.
Los cadáveres calcinados de una familia de Dresde
A las 01:23 de la madrugada del 14 de febrero los británicos volvieron a atacar Dresde, 500 bombarderos cargados con bombas incendiarias, lo tuvieron fácil para localizar el objetivo, el incendio podía verse desde sus aviones a cientos de kilómetros de distancia. Arrojaron sus bombas en el exterior de la zona bombardeada en el primer ataque donde miles de personas se habían refugiado, nuevamente hubo miles de muertos debido al incendio. Este segundo ataque impidió los intentos de extinguir el incendio producido por el primer ataque de modo que todos los focos de fuego se unieron en uno solo en donde quedaron atrapados cientos de miles de aterrados civiles. La violencia del ataque fue tal que en la mañana siguiente la pequeña ciudad de Neustadt in Sachen, situada a 35 km de Dresde, llovió ceniza. Al mediodía del 14 de febrero les toco el turno a los norteamericanos, 300 bombarderos B-17 arrojaron su carga mortal sobre Dresde, bombas incendiarias y explosivos de alta potencia.
Bombarderos B-17 lanzando bombas sobre Alemania
El 15 de febrero otros 200 B 17 norteamericanos volvieron a bombardear Dresde. Tras tres días de continuos bombardeos masivos la ciudad quedo en ruinas, apenas quedo piedra sobre piedra.
Dresde tras los bombardeos de mediados de febrero de 1945
El numero exacto de victimas probablemente jamás se conocerá con exactitud, Dresde estaba abarrotada de refugiados y a saber cuantos de ellos no fueron identificados, por no hablar de los debieron quedar bajo montañas de escombros que no fueron localizados hasta que, terminada la guerra, los escombros fueron retirados para poder reconstruir la ciudad. Las cifras oficiales fueron de entre 25.000 y 35.000 muertos y un número comparable de heridos, pero es más que probable que el número total fuera el doble, por lo que el bombardeo de Dresde fue un desastre perfectamente comparable al de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. Las calles de Dresde quedaron llenas de cadáveres.
Altmarkt Platz, en el centro de Dresde, repleta de cadáveres a punto de ser incinerados
El número de muertos fue tan elevado que, dado que no había tiempo para enterrarlos a todos antes de que se descompusieran y pudieran transmitir una epidemia, miles de ellos fueron incinerados, principalmente en Altmarkt Platz, la Plaza del Mercado, en donde fueron incinerados alrededor de 7.000 cadáveres.
La mayoría de los que participaron en el bombardeo de Dresde se sintieron avergonzados, habían asesinado a decenas de miles de civiles indefensos. El primer ministro británico, Winston Churchill, envió un mensaje al mariscal del aire Arthur Harris en el que le comunicaba que esas matanzas eran contrarias a los ideales de libertad y respeto por los derechos humanos que defendían los aliados. La respuesta de Harris fue que no le importaban los miles de civiles inocentes, este es el texto de su respuesta a Churchill: " Los ataques sobre ciudades, como cualquier otro acto de guerra, son intolerables a no ser que tengan justificación estratégica, pero son justificables por que ayudan a acortar la guerra y salvar vidas de soldados aliados. Para mi todas las ciudades alemanas que quedan no valen lo que un solo soldado británico, Dresde era una aglomeración de fabricas de munición, un centro administrativo intacto y un nudo de comunicaciones, ahora ya no queda nada de eso ". En el cementerio de Heidefriedhof de Dresde, en donde fueron sepultadas miles de víctimas, hay una lápida conmemorativa, la inscripción, traducida del alemán, dice así: " ¿Cuantos murieron? ¿Quién conoce el número? En tus heridas se ve el sufrimiento de los sin nombre que aquí murieron calcinados en el fuego infernal creado por la mano del hombre ".
La Segunda Guerra Mundial dejó un balance desolador, sesenta millones de muertos y en Europa más de cuarenta millones, al menos la mitad de ellos civiles indefensos, algo que no había sucedido en ninguna otra guerra. Las cifras por países son espeluznantes: más de veinte millones de muertos en la Unión Soviética, nueve millones en Alemania, seis millones en Polonia, uno de cada cinco polacos murió en esa horrible guerra... La mayoría de las ciudades de Europa, desde la orilla del Océano Atlántico hasta la ribera del Río Volga, quedaron arrasadas, unas por los bombardeos aéreos, otras por los combates que se libraron en ellas y muchas por la combinación de ambas cosas como, por ejemplo, Stalingrado, la mayor batalla de esta barbara guerra, entre de finales de agosto de 1942 y principios de febrero de 1943. En esos cinco meses que duró la batalla murieron alrededor de un millón y medio de personas, más de una tercera parte de ellos civiles que no fueron evacuados de la ciudad que se iba a convertir en un campo de batalla.
Lápida conmemorativa del cementerio de Heidefriedhof
La Segunda Guerra Mundial dejó un balance desolador, sesenta millones de muertos y en Europa más de cuarenta millones, al menos la mitad de ellos civiles indefensos, algo que no había sucedido en ninguna otra guerra. Las cifras por países son espeluznantes: más de veinte millones de muertos en la Unión Soviética, nueve millones en Alemania, seis millones en Polonia, uno de cada cinco polacos murió en esa horrible guerra... La mayoría de las ciudades de Europa, desde la orilla del Océano Atlántico hasta la ribera del Río Volga, quedaron arrasadas, unas por los bombardeos aéreos, otras por los combates que se libraron en ellas y muchas por la combinación de ambas cosas como, por ejemplo, Stalingrado, la mayor batalla de esta barbara guerra, entre de finales de agosto de 1942 y principios de febrero de 1943. En esos cinco meses que duró la batalla murieron alrededor de un millón y medio de personas, más de una tercera parte de ellos civiles que no fueron evacuados de la ciudad que se iba a convertir en un campo de batalla.
Una pieza de artillería de la Wehrmacht bombardeando Stalingrado
Dresde en la actualidad
Sin embargo no hay que bajar la guardia, la paz es frágil y hay que cuidarla. Hace solo dos décadas la descomposición de Yugoslavia supuso una cruel guerra en donde se repitieron las barbaridades cometidas en la Segunda Guerra Mundial: bombardeo de ciudades, limpieza étnica, violaciones en masa.
Dejo unos enlaces muy interesantes en donde podréis ampliar información.
Un corto documental sobre el bombardeo de Gernika.
Bombardeo de Gernika, vídeoUn vídeo dedicado a la película documental "Mirant el cel", los bombardeos sobre Barcelona en marzo de 1938.
Bombardeo de Barcelona, vídeo
Un excelente y detallado artículo dedicado a la Batalla de Inglaterra, escrito en castellano.
La Batalla de Inglaterra, artículo
Otro magnífico artículo sobre la Batalla de Inglaterra, con un gran número de fotografías de época, está escrito en inglés.
The Battle of Britain 1940: A duel of eagles
Un corto, pero inspirador documental, sobre la Batalla de Inglaterra, con imágenes de la época y una buena banda sonora.
La Batalla de Inglaterra, vídeo
Un muy interesante documental, de mayor duración, dedicado a la Batalla de Inglaterra con filmaciones de la época restauradas y coloreadas.
La Batalla de Inglaterra, documental
Otro magnífico artículo sobre la Batalla de Inglaterra, con un gran número de fotografías de época, está escrito en inglés.
The Battle of Britain 1940: A duel of eagles
Un corto, pero inspirador documental, sobre la Batalla de Inglaterra, con imágenes de la época y una buena banda sonora.
La Batalla de Inglaterra, vídeo
Un muy interesante documental, de mayor duración, dedicado a la Batalla de Inglaterra con filmaciones de la época restauradas y coloreadas.
La Batalla de Inglaterra, documental
En este enlace podréis disfrutar de la magnífica película "La Batalla de Inglaterra" en audio castellano latino.
La Batalla de Inglaterra, película completaUn buen artículo dedicado a la campaña de bombardeos sobre Alemania, esta en dos versiones, la primera en castellano y la segunda en inglés.
El bombardeo de las ciudades alemanas, artículo
Un buen documental dedicado a los bombardeos aéreos realizados sobre Alemania.
Bombardeos sobre Alemania, documentalUn muy buen documental dedicado a las V-2 y a su creador Wernher Von Braun.
Las V-2, documental
Un muy completo artículo dedicado al brutal bombardeo de Dresde.
Un corto pero interesante vídeo del bombardeo de Dresde filmado desde un bombardero británico.
Un estremecedor vídeo del bombardeo de Dresde visto por los alemanes.
El magnífico relato del historiador británico David Irving dedicado a esta matanza, esta en inglés y en formato PDF.
Un magnífico documental sobre esta tragedia con entrevistas a varios de los supervivientes.
Por último una película alemana rodada en el año 2006 dedicada a esta horrible historia, está en audio castellano.
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