lunes, 21 de noviembre de 2016

Batalla del Somme

21 de noviembre de 1916, soldados de la 16 División de Infantería Británica atacaron las trincheras alemanas cerca de la pequeña ciudad Grandcourt. Fue el último acto de la más sangrienta batalla de la I Guerra Mundial: La Batalla del Somme. Una de las imágenes más representativas de esta terrible matanza: soldados británicos cruzando la llamada "tierra de nadie", el espacio entre las trincheras británicas y alemanas.


Las primeras semanas de la I Guerra Mundial fueron una guerra de movimientos, al estilo de las anteriores guerras, los alemanes confiaban en tomar París en unas pocas semanas, luego volverse contra los rusos y volver a casa por Navidad. No fue así, el plan alemán, el "Plan Schlieffen" , preveía dejar fuera de combate a Francia antes de que los rusos completaran la movilización de su ejercito, pero los rusos atacaron antes de lo esperado y penetraron en la Prusia Oriental, los alemanes tuvieron que retirar fueras del frente occidental para repelar al Ejercito Ruso, lo cual debilitó su capacidad ofensiva en Francia y tuvieron un gran revés: la Batalla del Marne, uno de los episodios más pintorescos y famosos de esa batalla fue la odisea de los taxis del Marne, cientos de taxis de París transportando soldados franceses al frente en la primera semana de septiembre de 1914, una genial idea del general francés Gallieni, encargado de la defensa de París. Los soldados que transportaron al frente, una división de infantería, no fueron realmente decisivos, pero el resultado en términos de moral fue enorme.


Esos taxis transportaron al frente, a solo 50 km de París, a una división del Ejercito Francés. Los taxistas se mostraron alborozados con esa misión. Al mismo tiempo el Cuerpo Expedicionario Británico atacó el flanco alemán por un hueco que había aparecido entre el I y el II Ejercito Alemán cuando este avanzó hacía París, un hueco que no habría quedado al descubierto de no ser por la retirada de divisiones alemanas de Francia para combatir al Ejercito Ruso, este ataque contra el desguarnecido flanco del Ejercito Alemán obligo a este a retroceder. Los periódicos de todo el mundo dieron la noticia de que París, "La Ville Lumiere", se había salvado. Dejo esta imagen de la primera página de un periódico español: "El Heraldo de Madrid".


Por supuesto los periódicos franceses fueron mucho más triunfalistas. A pesar de sus grandes perdidas el Ejercito Francés, con la ayuda del Cuerpo Expedicionario Británico, consiguió que el Ejercito Alemán no llegara a París.


Un mapa de la ofensiva alemana de verano de 1914 y como quedó el frente tras la Batalla del Marne.


En el otoño los alemanes realizaron un nuevo intento por el norte, en Flandes, así quedó la ciudad belga de Ypres tras los intensos combates.



Los modernos cañones, las ametralladoras y los fusiles de precisión hacían casi imposible el avance de la infantería, empezó la guerra de trincheras y el frente se estabilizó, con minúsculos cambios hasta el verano de 1918. Una fotografía de una trinchera alemana.


A principios de 1916 estaba claro que esta horrible guerra era imposible de ganar con las tácticas convencionales. Los Ejércitos Alemanes se arrojaron sobre Verdún, un intento de romper las líneas francesas. Una foto de los soldados franceses en la Batalla de Verdún.


Durante varios meses los franceses resistieron, y Verdún se convirtió en la primera gran batalla de desgaste de la I Guerra Mundial. En total se estima que el número de bajas, entre ambos bandos, superó los 250.000 muertos y el doble de heridos. Un mapa de la Batalla de Verdún.



Los aliados habían previsto realizar una gran ofensiva en el verano de 1916, aunando los esfuerzos de británicos y franceses pero, debido a que la defensa de Verdún consumía gran parte del potencial del Ejercito Francés, la ofensiva prevista recayó, al menos en sus primeras fases, en el Ejercito Británico. Durante la última semana de junio de 1916 la artillería británica bombardeó las trincheras alemanas, una fotografía de los cañones británicos disparando contra las posiciones alemanas.



Durante esa semana de intensos bombardeos la artillería británica disparó más de un millón y medio de proyectiles, el estampido de los cañones pudo oírse desde Londres, a más de 300 km de distancia.



A las 07:20 minutos de la mañana del 1 de julio cesó el bombardeo, al mismo tiempo estallaron varias minas que los británicos  habían  colocado bajo las trincheras alemanas.


                                                                                  
Así quedaron gran parte de las posiciones alemanas tras el intenso bombardeo.                                                                                

Diez minutos más tarde, a las 07:30 de la mañana, la  infantería británica salió de las trincheras, sus oficiales les habían dicho que el intenso bombardeo habría destruido por completo las posiciones alemanas y que apenas encontrarían oposición.



Formaron filas ordenadas, como en los tiempos de Napoleón, y avanzaron lentamente, iban cargados con 30 kg de peso entre el casco, el fusil, municiones..., por si eso fuera poco los días anteriores había llovido por lo que el terreno era un barrizal.



Y así empezaron a cruzar la "tierra de nadie".


Sin embargo, a pesar de lo que les habían dicho sus oficiales, los alemanes los estaban esperando. Esos diez minutos que pasaron entre el final del bombardeo y el inició del avance de la infantería permitió a los alemanes salir de sus refugios subterráneos excavados a gran profundidad y, por tanto, imposibles de destruir excepto por el impacto directo de un proyectil de gran calibre. Las ametralladoras alemanas empezaron a disparar.

                      
Lo mismo hizo la artillería alemana.


Los soldados británicos empezaron a caer como moscas, con un par de ametralladoras aniquilaban batallones enteros.


Al finalizar el primer día de la batalla muy pocos de los objetivos que se habían propuesto capturar los británicos cayeron en su poder y el precio fue terrible, ¡alrededor de 20.000 muertos y el doble de heridos!. La "tierra de nadie" quedó cubierta de decenas de miles de muertos y heridos.


El general Sir Douglas Haig, comandante del Ejercito británico, siguió con la misma táctica día tras día con los mismos desastrosos resultados, las trincheras alemanas estaban muy bien construidas. Una vista aérea del sistema de trincheras alemán en el frente del Somme.



Los británicos habían esperado abrir grandes brechas en el sistema defensivo alemán, lanzar tres divisiones de caballería a través de estas y así volver a la guerra de movimientos. Sin embargo la caballería quedaba totalmente anticuada ante la potencia de las modernas armas.


Tras dos meses y medio de sangrientos ataques los británicos probaron una nueva arma: el tanque. El 15 de septiembre, en el combate para capturar las ciudades de Flers y Courcelette hizo su aparición el Mark I, el primer carro de combate. Si embargo, a pesar de la impresión que produjo a los soldados alemanes la entrada en escena de estos vehículos blindados, sus resultados no fueron decisivos, eran muy lentos, apenas llegaban a los 6 k/h y su blindaje, de 12 mm de espesor máximo, era suficiente para detener el fuego de las ametralladoras, pero era insuficiente para protegerlo de incluso las piezas de artillería de menor calibre. Una foto de un tanque Mark I británico.


Los combates siguieron durante los meses de octubre y noviembre, la infantería británica siguió lanzando sus cargas frontales contra las posiciones alemanas.



Los alemanes defendían sus puestos con gran energía, además de lanzar sus propios contraataques.  Por cierto, en la Batalla del Somme estuvo presente un personaje que dos décadas más tarde se haría tristemente famoso: Adolf Hitler.



Los resultados de esos ataques frontales son fáciles de adivinar: miles de muertos y heridos para avanzar unos pocos metros.



Tras cuatro meses de combate los aliados apenas habían avanzado unos pocos km a costa de un precio terrible: alrededor de 420.000 soldados británicos y 200.000 franceses murieron o fueron heridos, por su parte los alemanes sufrieron cerca de 450.000 muertos y heridos. En este mapa podemos seguir toda esta campaña, una carnicería como nunca se había visto hasta entonces.




Los estados mayores de ambos bandos deberían haber sacado las oportunas conclusiones de esta matanza, pero se siguieron obstinando en seguir tácticas ya superadas. La guerra siguió durante dos años más con las mismas tácticas inútiles, solo los alemanes, en su última ofensiva, en la primavera de 1918, cambiaron la táctica del ataque frontal con grandes cantidades de soldados que eran un blanco fácil, y empezaron a utilizar tácticas de asalto selectivo llevados a cabo por grupos reducidos de soldados especialmente entrenados. Estos soldados, las llamadas "tropas de asalto", estaban adiestrados para cruzar sigilosamente la "tierra de nadie" y capturar trechos de trinchera claves y en la primavera de 1918, la llamada "Kaiserschlacht", la "Batalla del Káiser", consiguieron un avance comparable al conseguido en las primeras semanas de la guerra.



Sin embargo eso sucedió demasiado tarde y los aliados, especialmente tras la entrada en guerra de los Estados Unidos de Norteamérica, se acabaron imponiendo por su gran superioridad numérica y material. La entrada en la guerra de los USA fue decisiva, en la primavera de 1918 ya había varios cientos de miles de soldados norteamericanos en Europa y su número creció hasta que, al final de la guerra, había cerca de dos millones de soldados USA en Europa. Estaban descansados, bien alimentados y con la moral muy alta, no habían pasado por la horrible experiencia de la guerra de trincheras y los ataques frontales contra posiciones bien defendidas que acababan en una matanza.


.
En noviembre de 1918, tras el fracaso de la ofensiva alemana de la primavera de 1918, Alemania solicitó el armisticio, el Káiser Alemán, Guillermo II, abdicó. Las condiciones fueron muy duras, la que más les dolió a los alemanes fue el verse obligados, bajo la amenaza de que los aliados invadieran su país, aceptar que Alemania era la responsable de la guerra, algo que no era cierto ni mucho menos, "dos no se pelean si uno no quiere", todos los países implicados se tenían ganas y Alemania no tenía ninguna necesidad de lanzarse a esa matanza que fue la I Guerra Mundial, de hecho era el país que más podía ganar con la paz. Esta terrible matanza como no se había conocido hasta entonces, ¡diez millones de muertos!, no resolvió nada, todo lo contrario, el Tratado de Versalles, firmado, a regañadientes por Alemania, solo sirvió para que el mundo volviera a estar en guerra una generación más tarde, una guerra aún más horrible, la II Guerra Mundial.

Dejo este material adicional en donde podréis ampliar información:

Un buen artículo dedicado a la Batalla del Marne.
Batalla del Marne, artículo.

Un vídeo dedicado a la Batalla del Marne, nos cuenta, entre otras cosas, la historia de los taxis de París llevando tropas al frente. Su contribución no fue decisiva desde el  punto de vista material, pero esa acción elevó la moral de las tropas francesas.




El enlace a youtube.
Batalla del Marne, vídeo

Un buen artículo dedicado a la Batalla de Verdún.
La Batalla de Verdún, artículo

Un buen vídeo dedicado a la Batalla de Verdún, con un tono triunfalista, suenan los acordes de "La Marselleise", el Himno Nacional Francés. Pero ese magnifico himno apenas nos puede dejar de sentir horror por los millares de muertos de ambos bandos.




El enlace a youtube.
La Batalla de Verdún, vídeo

Un corto vídeo, apenas dura tres minutos y medio, dedicado a la Batalla del Somme. Es muy corto, pero basta para darse cuenta de la horrible matanza que se produjo. La banda sonora es muy apropiada.



El enlace a youtube.
La Batalla del Somme, vídeo

Y, para finalizar, un estremecedor artículo dedicado a esa batalla, con un buen número de fotografías: cientos de miles de muertos, la mayoría humildes campesinos y trabajadores. Es lo habitual en todas las guerras, los generales hacen sus planes y los soldados los siguen, aunque hubo excepciones. Muchos soldados británicos, al mando de un simple sargento, procuraron salvaguardar las vidas de los hombres que estaban a su cargo y ensayaron otras tácticas. Por desgracia los altos mandos no supieron apreciarlo y muchos de esos suboficiales fueron sometidos a un consejo de guerra por desobedecer las insensatas ordenes de sus oficiales.
La Batalla del Somme, artículo

No hay comentarios:

Publicar un comentario